martes, 23 de marzo de 2010

Valor de dioses. Episodio II: Proteccion. Episodio I.I: Las hermanas del Averno Pt.1

Hola, espero que esten bien, sigo trabajando en esta gran historia, y hablando de grandes historias, vayan a "Tribulaciones y lamentos de un friki imaginario o no" en paginas amigas, hay una buena historia que esta escribiendo un amigo, ahora a la novela :D.
Fabhian

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Episodio II: Protección.

Capitulo II.I: Las hermanas del averno. Parte 1

Después de todo lo que sucedió, todo volvió a la normalidad, pero Kaito sentía que no era así, tenía un mal presentimiento, algo que lo distraía hasta en clases. Como era de costumbre, Kaito estaba mirando por la ventana, sin emitir palabra alguna, ni siquiera escuchaba, solo oía unos gritos que venían a lo lejos, gritaba su nombre. De repente despertó era Sire.

- ¡Kaito, despierta! - grito la chica.

- Déjalo, yo tomo apuntes. - dijo Haruka lanzando aviones de papel a Kaito.

- ¿Eh? - musito el muchacho, despertando por fin. - Perdón, Sire, estoy algo distraído, y… ¡¿puedes dejar de lanzar aviones de papel hacia a mi?! -dijo furioso mirando a Haruka.

- Es que estoy aburrida - respondió la chica encogiéndose de hombros.

- Dios…- suspiro el chico.

- ¿Podemos continuar? - pregunto el profesor Keiichi. - Bien… ¿Quién puede decirme cuales son los elementos que hay en el universo? - Haruka levanto la mano.

- ¿Si, Haruka? - pregunto.

- ¿Puedo ir a ver a Haru? - pidió la chica. - Creo que está en problemas, y va a-- de repente se escucha una explosión.

- … estallar el laboratorio. - completo todo lo que iba a decir.

- Ok, puede ir, pero rápido. - suspiro Keiichi.

- ¿Seguro? - pregunto sorprendida. Luego de unos segundos suena otra explosión.- Gracias. ¡Ah!... Haru dijo que no podía salir con usted, perdón.- le dijo sonriendo.

- ¿Eh? - dijo el profesor, asombrado.

- Haru dijo que le dijera eso, que dentro de una semana, no se le ocurriera pedirme salir, porque alguien se iba a enojar. Yo no entendí y ella no me explico tampoco, solo paso el mensaje. - explico su situación y salió corriendo.

- ¿Cómo supo esa chica que tenía planes para invitar a Haruka a salir en una semana más? - pensó el profesor.

Keiichi comenzó a escribir palabras, comenzó con “Agua”, hizo una flecha y luego escribió “Fuego”, luego hizo una flecha y escribió “Tierra”, después hizo otra flecha y escribió “Aire” y al final hizo una última flecha apuntado al agua, formando un círculo.

- Esto son los elementos, cada elemento tiene sus debilidades, sus fortalezas y sus propias magias. - explica el profesor

- ¿La magia del rayo? - pregunto una chica.

- Buena pregunta, una vez que se aprende las magias elementales, Fuego y Aire, fácilmente puedes hacer hechizos de rayos. - respondió Keiichi.

- ¿Y la magia temporal de Kaito? ¿Cómo es que funciona? - pregunto otro chico.

- Bueno, la magia temporal es única, muy pocos saben eso… y de todas las personas que he conocido en toda mi vida, solo dos hacen esa magia… Kaito… y Chronos, el propio fundador de la magia temporal y Titán del Tiempo.

- Profesor, ¿Qué es un Titán? - pregunto una chica.

- Bueno, para los que no saben, los Titanes son una raza de poderosos Dioses que gobernaron la legendaria edad dorada.

- ¿La edad dorada? - pregunto otro chico.

- La edad dorada era- - el profesor fue interrumpido por alguien que golpeo la puerta. Keiichi abrió y vio que era una estudiante de cabellos de color rosa hasta la cadera y de ojos color café, una chica muy linda, lucia muy bien con el uniforme.

- Ah, eres tu… ¿y tu hermana donde esta? - pregunto el profesor.

- Ya llegara, solo espera y veras. - le respondió la chica. De pronto, la sala se oscureció, después de unos segundos la oscuridad se desvaneció y apareció una chica rubia de ojos rojos.

- Perdón por el retraso - dijo la chica rubia.

- Tonta, ya llevas media hora de retraso. - le susurro la otra chica.

- Dije perdón. - le respondió con actitud ruda. Todos los de la clase estaban susurrando y hablando entre sí, excepto Dion que estaba mirando por la ventana, callado. La chica ve al joven de pelo blanco y comienza a sonrojarse.

- Niñas, por favor, preséntense. - ordeno el profesor.

- Yo soy Yuki… Yuki de Amiciss…- se presento la chica rubia.

- Muy bien, ¿y tú?

- ¿Y-yo? Y-yo soy… Akuma Meiko - respondió la otra chica nerviosa.

Al escuchar la voz de la dulce chica puso más atención a lo que sucedía. Miro a Meiko y se sonrojo, la chica al notar que el joven la observaba se puso nerviosa, y Yuki solo pronunciaba la palabra “Idiotas” al ver a los dos chicos mirarse disimuladamente, tratando de esconder su timidez.

- ¿Qué pasa, Dion? ¿Esa chica te pone nervioso? - pregunto Kaito sarcástico.

- ¡Cállate! - respondió el muchacho con un golpe, estaba sonrojado.

Keiichi organizo a la clase para que se pudieran ubicar a las recién llegadas. Sentó a Yuki al lado de la ventana detrás Kaito, quien estaba al lado de Sire. Mientras que a Meiko la ubico al lado de Dion. Meiko estaba sonrojada, nerviosa.

- ¿Qué piensas? - pregunto Sire a Kaito discretamente.

- La chica rubia es algo rara… - respondió el chico mirando atrás a Yuki, quien estaba mirando por la ventana.

- No, tonto… de ellos. - decía la chica de cabello azul, indicando a Meiko y Dion que están mirando a lados opuesto, nerviosos, callados, hasta que Meiko rompió el silencio.

- Eh… yo soy Meiko, encantada de conocerte.

- Yo… soy… Dion… encantado. - no podía responder el chico por el nerviosismo.

- Que lindo nombre. - comentó la chica sonriendo.

- Gracias… el tuyo también. - dijo el chico.

- ¡Que idiotez es esta! - grito la chica del cabello rubio. Yuki, furiosa, salió de la sala.

- ¡Oye, nadie te dio permiso para salir de la sala! - grito Keiichi.

- ¡Bah, pamplinas! - dijo la chica.

-¡Marionetta! - conjuro el profesor para poseer a la chica.

- Perdón, profesor. Volveré a mi asiento. - dijo la chica, con los ojos ausentes, no era la misma. Estaba a punto de volver a su asiento, cuando el hechizo se disipa por límite de tiempo, la chica aparece detrás de él.

- ¿Crees que caeré en algo como eso? - sonrió la chica. Su sonrisa era malévola, y sus ojos brillaban con gran intensidad.

- ¡Maldición!- dijo el profesor impresionado.

- ¡Yuki, detente! - grito Meiko. Yuki se aparto del profesor.

- Yuki… eres hija pura, ¿no? - pregunto Kaito.

- ¿Hija… pura? - pregunto Meiko.

- O sea, hija de Dioses, ¿no es así? - aclaro el muchacho.

- Si, ¿por? - respondió Yuki.

- Debe estar en la clase A - explico Kaito.

- Ah sí, tiene razón, al parecer hubo una confusión en la Dirección.

- ¿Confusión? - pregunto Meiko.

- Lo siento, pero los Puros deben ir a la clase A. - respondió Keiichi.

- Perdón Meiko… - dijo Yuki al salir de la sala.

- ¿Cómo supiste que era una Pura? - susurro Keiichi a Kaito.

- No se solo se me ocurrió, no sabía que era verdad - respondió el muchacho

- Pues me salvaste, gracias - dijo el profesor.

- Profesor, entonces yo…- hablo Meiko.

- Pues no se… te han destinado aquí. Mira, hablare con la directora para ver si hay alguna confusión contigo, por ahora quédate aquí. - explico Keiichi.

- Mm… ¡Ah!, Dion, ¿tú de quien eres hijo? - pregunto la chica al chico de cabello blanco.

-Yo… soy… hijo de Notos… - respondió el chico desviando la mirada.

- Ah… perdón… no debí preguntarte eso. - dijo la hermana del averno de cabello rosa. Dion se queda callado por un rato, hasta que al final musita algo.

- No te preocupes, estoy bien… - al decir eso, recuerda algo que le dijo Kaito: “No deberías cargar con los pecados de tu padre, deberías ser mas sociable con los demás…”

- Ser mas sociable con los demás, ¿eh? - susurra Dion.

Tocaron el timbre para ir a almorzar, la clase se levanto y arreglaron sus cosas, todos iban saliendo, Meiko trataba de alcanzar a Dion hasta que lo logro.

- Dion… - dijo la tímida chica. - te… ¿te gustaría que almorzáramos juntos? Bueno… con Yuki también… - su pulso se aceleraba un poco más, no quería un no como respuesta, aunque al fin y al cabo lo esperaba.

- Está bien. - dijo el chico algo meditabundo.

- ¿En serio? - pregunto la chica sorprendida.

- S-si. - respondió algo nervioso.

- Entonces, vamos - dijo Meiko tomándolo del brazo. El chico iba sonrojado, no podía ocultarlo hasta que se toparon con Yuki.

- ¡Yuki, vamos a almorzar! - decía Meiko muy feliz.

- Si, vamos, espera. ¿Qué hace el aquí? - pregunto la hermana.

- Lo invite a comer con nosotras… - respondió la chica. Yuki miro a Dion mientras que este desvió la mirada.

- ¡Vamos a comer! - dijo sonriente para evitar tensiones.

Kaito y los chicos estaban almorzando juntos, mientras que Dion almorzaba con las Hermanas del averno. Ambas chicas habían pedido lasaña, y como era costumbre de Dion comía Puré de papas con carne.

- Miren, es Dion. - dijo Sire.

- Y con las chicas del averno - comento Kaito.

- ¡¿Con dos?! El chico es mejor que yo. - dijo Keiichi con lagrimas en los ojos.

- Si, me alegro que ahora este siendo más social. - opino el hijo del Tiempo.

- Me pregunto de que estará hablando. - dijo la chica intrigada.

En la mesa de Dion estaban más callados, el chico estaba mirando su plato y revolviendo su comida con el utensilio. De pronto aparece una mariposa que se posa en la comida de Yuki, esta se levanta y se aleja.

- ¿Yuki, a donde vas? - pregunto Meiko.

- Por ahí. - respondió la chica. Meiko se quedo en silencio, dejo que la chica se fuera, miro a Dion y le acaricio la mejilla.

- ¡Perdón! - dijo la chica, sonrojada. Dion al ver que Meiko hizo eso, se puso nervioso.

- ¡Perdón, debo irme! - dijo nervioso.

Salió corriendo del comedor, nadie diría que no lo hayan visto correr. Dion estaba en la sala pensando, no sabía que estaba haciendo. Kaito pasó por ahí y vio que estaba Dion algo meditabundo.

- ¿Qué pasa, Dion? - pregunto Kaito.

- Nada… - respondió Dion frio y distante.

- Ah, ya veo. - dijo el muchacho de cabello castaño.

- ¿Puedo preguntarte algo? - pregunto el chico del viento como pidiéndolo.

- Sí, claro, ¿por qué no? - respondió el joven dueño del tiempo.

- Hay una chica… que me agrada un poco. ¿Qué debo hacer? - pregunto Dion sonrojado.

- Bueno… para empezar, no hacer lo mismo que en el almuerzo, pasa tiempo con ella, se simpático, gentil, y no seas frio… - explico Kaito.

- Ah… ya entendí. - dijo el hijo de Notos, como reflexivo.

- Bien, bueno, ya me voy, suerte con eso. - se despido Kaito.

- Gracias. - dijo Dion mientras pensaba en lo que le había dicho.

Mientras tanto, Meiko estaba en la sala de música mirando el cielo tristemente, en esa sala había de todo, guitarras eléctricas, violines, hasta batería. Había todo lo necesario. La chica suspiro cuando tocaron la puerta.

- ¿Puedo entrar?

- ¿Eh? - dio la vuelta para ver quién era. Era el mismo Dion.

- Disculpa… por… lo que paso… en el almuerzo. - dijo nervioso.

- ¿Eh?, no, yo solo la que tiene que disculparse… no debí hacer eso. - expreso Meiko, recordando lo que había pasado y pensando “¡Qué vergüenza!”, muy apenada. Dion recordaba lo que su amigo le había dicho, sobre todo lo de “Se gentil”.

- Estas enojado, ¿verdad? - dijo la chica, triste.

- No - dijo acariciando su mejilla, sonriendo. Meiko se había puesto roja al sentir la mano del chico acariciando su mejilla. Yuki entra, y ve la romántica escena, cosa que la enfurece. Empuja a Dion contra la pared muy fuertemente.

- No te acerques a ella. - dijo Yuki con una mirada asesina.

- ¡Espera, ¿Qué rayos estás haciendo?! - pregunto Dion furioso. Estaba a punto de golpearlo cuando Meiko la detiene.

- ¡Detente! - grito Meiko empujándola al suelo.

- Meiko… - dijo la rubia sorprendida. Dion estaba expectante a la situación, no podía creer en lo que estaba viendo.

- Tú eres la que no se acercara a él, no le harás daño… - expreso Meiko su enojo.

- Meiko el es-- iba a decir algo cuando fue interrumpida por su hermana.

- El es mi amigo. - dijo Meiko. Dion recuerda lo que paso cuando lo asaltaron y Kaito lo defendió y lo que él dijo en esos momentos: “El es mi amigo y nadie le hará daño.”. “Amigo”, era lo que se le cruzaba por la mente en esos momentos.

-Meiko… - dijo Yuki.

- ¡DESAPARECE! - grito Meiko.

- Pero… - hablo la chica de cabello rubio.

- ¡Largo! - grito una vez más. Yuki, con la cabeza baja, antes de irse dijo unas últimas palabras.

- Esta bien… pero recuerda que si el te hace daño… no estaré ahí para defenderte. - lo decía tristemente, la chica se fue y Dion se reincorporaba.

- Tú no eres así, Meiko… - dijo Dion frio. - la tímida chica que conocí… no era así.

- Pero… ella te iba a matar… esa mirada… yo no quería… - trato de explicar la chica pero la tristeza la invadió, tanto así, que soltó una lagrima.

- Yo estoy bien… no era necesario eso. - seguía frio.

- Perdón… - salió de la sala corriendo. Dion quedo mirando, triste. En el trayecto, la chica choca accidentalmente con alguien.

- Perdón. - dijo Meiko.

- No te preocupes, ¿paso algo? - pregunto el extraño.

- No es nada…- se secaba las lagrimas pero seguía llorando.

- Ten - le entrego un pañuelo.

El pañuelo está bañado en cloroformo, cosa que al pasarlo por la nariz y oler aquel químico se desmayo en un instante. El extraño la tomo y se va al vasto bosque que había en los parámetros de la academia, nadie sabía quién era ese extraño sujeto, pero se fue raudo dentro del bosque.

--- Continuara…---

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