lunes, 15 de marzo de 2010

Valor de dioses. Episodio I: Fortaleza. Episodio I.III: Nueva vida

Hola, he aqui mi nuevo capitulo de esta gran novela, es la primera novela de la cual tengo tanto material de donde sacar :P Bueno, no me queda mas que decir, asi que que lo disfruten ;).


Ah! Casi lo olvido, entren a Tribulaciones y lamentos de un Friki imaginario o no, es entretenido ese blog ^^ el enlace esta en "Paginas amigas". Y ahora el capitulo.

Fabhian
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Capítulo I-III: Nueva vida.


No se veía nada, todo se volvió difuso, ni siquiera una partícula se movía. De repente comenzó a salir estática del piso, una gran energía eléctrica que se creó de la nada golpeo al profesor.

- ¿Qué ha pasado? - pregunto Kaito.

- Se lo dije, le falta práctica.- comento Haruka.

- No culpes al profesor por eso, yo solo recuerdo eso y cuando trato de recordar mas, mi mente se bloquea. - respondió el muchacho.

- Lo decía por su cabello. - apuntaba a Keiichi que estaba con un afro tirado en el suelo.

Los de la clase trataban de aguantarse la risa para no hacer burla al joven profesor. De pronto una chica que estaba al fondo pronuncio un conjuro, Kaito había escuchado algo así como: “Omvrío̱n ydáto̱n”, frase griega romanizada que significa “Lluvia de aguas”. La chica apunto un poco más arriba de la cabeza de Keiichi y se formo una nube allí, lo cual esta comenzó a llover encima del profesor mojando cada parte de su cuerpo. Las chicas al ver esa escena se volvieron locas e histéricas, mientras que los chicos estaban asombrados por la chica que lanzo el hechizo.

- Genial - dijo Kaito, asombrado.

- Es hija de Neptuno. - menciono Haruka.

- ¿Qué no es Poseidón? - pregunto el muchacho.

- Si, pero a mi tío le gusta que le digan Neptuno. - respondió la joven de las coletas.

- ¿Tu tío? Espera, ¿qué no es hijo de Chronos? - pregunto otra vez.

- Si - respondió otra vez.

- ¿O sea que es mi hermano? - pregunto una vez más.

- El árbol familiar es muy complicado, Haruka se crio con nosotros una temporada, y a papa le gustaba que le dijera tío. - respondió la chica del hechizo acuático.

- Ah, ya veo. Pues conmigo no pasara, no le diré “tío” a mi propio hermano. - manifestó Kaito. Apareció un chico detrás de Haruka.

- Mejor no lo hagas, si no quieres enfadar a Neptuno, trátalo de Poseidón o Neptuno, de tu a tu. - dijo el chico.

- Yo soy Sire, un gusto conocerlos - dijo la hija de Poseidón.

- Yo soy Dion, hijo de Noto, dios del viento del sur. - dijo el chico, parecía distante, alejado de todos, para Kaito era un engreído hijo de Dios.

Ya en la hora de almuerzo, estaban Kaito, Haruka, Haru y Sire sentados en una mesa, y Dion en otra, solo, si nadie que lo acompañara. El almuerzo, como toda la academia, era de lujo, se podía pedir todo lo que uno quisiera, cuanto quisiera, y de la forma que quisieran los alumnos. Kaito pedía pasta con salsa y carne, Haruka pedía lasaña y Haru pedía lo mismo, Sire, quien era vegetariana, pedía algas marinas, y Dion comía un buffet de carne.

Keiichi, fanático de la atención, trataba de llamar la atención, se sacaba la ropa, se mojaba el pelo, hacía de todo para llamar la atención de todos, cosa que lo conseguía excepto por los 4 chicos que estaban juntos y Dion que estaba en otra mesa. Todas las chicas gritaban: “¡qué guapo esta!” y los chicos gritaban: “¡maldito engreído!”, pero no había ninguna exclamación de parte de los compañeros de Kaito.

- Apuesto que estoy hermoso - decía el profesor posando para Haru, Haruka, y Sire.

- No, date un tiro... - respondió Kaito con la mirada fija en su plato.

- No digas eso, Kaito. Nosotras no diríamos eso. - regaño Sire.

- Pero lo pensaríamos. - dijo Haru. El profesor oculto su rostro con sus brazos en la mesa, aunque sabían que era solo un juego. Kaito se quedo mirando a Dion, se veía amargado, distante.

- ¿Qué le pasa a Dion? ¿Por qué se sienta solo? - pregunto el muchacho.

- Pues, por lo que se, es el hijo del Viento del sur, Noto. Sus vientos destruían las cosechas, por lo cual fue temido y despreciado por los humanos. Hasta el día de hoy su familia tiene que cargar con eso, debe ser difícil para Dion ser odiado por todo, solo por los pecados de su padre - respondió el profesor.

- Pues si que debe ser difícil.- dijo la hija de Poseidón.

Terminando el almuerzo, daban comienzo a la clase, Kaito no dejaba de observarlo, su imagen de Dion paso de ser “el engreído hijo de Dios” a ser “el chico incomprendido”, su atención no se desviaba del hijo del Viento del sur o de la ventana, quería comprenderlo, solo escuchaba un murmullo.

- Kaito… Kaito… ¡Kaito! - trataba Keiichi de llamarle la atención.

- ¿Ah? - dijo el muchacho distraído.

- Ya que estas tan atento, ¿me puedes decir como convocar un hechizo o un poder? - pregunto el profesor.

- Eh… no se profesor. - respondió.

- Pon atención, siendo que te dificulta esta materia, así que pon toda tu atención en este hermoso ser. - manifestó el profesor. - Como decía, el poder de un dios o protector no viene solamente de pronunciar la frase, se requiere canalizar cierta cantidad de energía.

- ¿Cómo en un RPG? - pregunto un chico.

- Sí, claro, como un RPG - respondió el hijo de afrodita sarcástico. - Claro que no, eso es la vida real no un video juego. La energía en si no se ve, si no saben apreciarla, por eso tienen que visualizarla. Pondré un ejemplo. Kaito, ven aquí. - le ordeno. El chico se puso delante de sus compañeros para que pudieran apreciarlo.

- Kaito, ¿qué poderes tienes? - pregunto Keiichi.

- Puedo detener el tiempo. - le respondió este.

- Magia temporal, muy bien, te enseñare personalmente, para que aprendas de una vez, cabeza hueca.- dijo el profesor.

- ¡Oye! - se indigno el muchacho.

- OK, no pongas resistencia alguna. ¡Marionetta! - el profesor lanzo un hechizo para controlar a Kaito. De pronto el muchacho comenzó a sentir algo de ardor en la mano y a ver que algo emanaba de esta, era energía. Luego puso su mano al frente involuntariamente y se detuvo el tiempo.

- ¡Libera! - pronuncio el profesor para liberar a la clase. - ¿Ven?, es algo fácil con un poco de práctica. Lo mejor es pronunciar hechizos familiares, por ejemplo, Sire es la hija del Rey Neptuno, y su magia es la “Magia Acuática”, a ella le dificultaría hacer un hechizo de Fuego. Por eso deben aprender magias que le sean fácil para ustedes, bueno es todo por hoy.

El hechizo se disipo y a los pocos segundos tocaron el timbre para irse a casa. La Academia era un internado pero era algo diferente, eran cientos de casas, mansiones y departamentos. Kaito iba en dirección a su casa, cuando a lo lejos diviso a Dion que iba más delante, pero cuando Kaito quería alcanzarlo, se le acercaron unas personas a Dion.

- Hola, muchacho, ¿tienes dinero? - dijo uno.

- No, no tengo, déjenme en paz - respondió Dion.

- Oye niño, debes darme tu dinero o te matare a golpes - amenazó el mayor. Kaito vio el peligro que asechaba, y corrió a socorrerlo.

- ¡Déjenlo en paz! - grito Kaito.

- ¿Y qué harás, idiota? - desafío el más grande.

- Pues de mí no pasaran. - miro desafiante el hijo del Tiempo. Kaito hizo cuanto pudo para defender a Dion y a pesar de que ahuyentó a los delincuentes, recibió una gran paliza.

Ambos se fueron juntos, Dion se preguntaba por qué estaba con él, por qué lo había defendido. Y aunque este no lo sabía, no dejaba de agradecerlo, pero en su forma frio y distante, hasta que por fin pregunto.

- ¿Por qué me defendiste?

- Debe ser difícil… - respondió Kaito.

- ¿A qué te refieres? - pregunto de nuevo.

- A que debe ser difícil vivir la vida que te toco… ya sabes, ser hijo de Austros. - Dion se detuvo.

- Pero, debes ser un poco más sociable, no puedes ser distante. Los pecados de tu padre no son tuyos, no entiendo por qué debes cárgalos tu.

- Cuando estaba con papá, todos se escondían, y le suplicaban que no secaran sus granjas. En la escuela era lo mismo, todos se escondían de mí, comía solo, me sentaba solo, me tenían miedo. Al final, todo me dio lo mismo, me aislaba yo solo de ellos. Cuando llegue a la academia, creí que todos me tendrían miedo, así que me aislé de todos.

- Pero, no va ser como tú lo piensas, estas en la academia, es una nueva vida, tendrás nuevos amigos si no te alejas. - le puso su mano en su hombro. - Déjame ser tu amigo.

Dion lo quedo mirando pero le dio la espalda, le hizo soltar su mano y se fue. Kaito también se fue a su casa, desilusionado, pensando.

- Ese engreído. ¡Hmph!, ¿en que estaba pensando? - indignado.

Cenó, vio televisión un rato y se echo a dormir. Dion hizo lo mismo, ceno, se baño, y se fue a la cama. Antes de que el día acabara para él, se quedo pensando:

- “Amigo”…

Se quedo mirando el techo y se durmió. La luz de la luna se proyectaba en todo el lugar, mientras una silueta estaba impaciente en las murallas de la academia, esperando por el nuevo día que se acercaba.

--- Fin del capítulo ---

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