viernes, 29 de octubre de 2010

Terror Psicologico

Aqui les dejo un poema que me dejo un poco aterrorizado despues de escribir... eso si que es terror psicologico...

Fabhian 

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"El terror psicológico que tengo cada día,
Las imágenes de mi pasado oscuro,
Atormentado por mis pecados,
Con un terror que no se lo doy ni a mi peor enemigo.

Duermo intranquilo
Por la pesadilla que veo cada día,
Es un sufrimiento recordarla
Recordar los días que estuve con ella…

Un terror inimaginable,
Un temor que vive siempre en mis ojos rojos.
Un terror inaguantable
Un terror… que tendré que vivir con el por el resto de mis días."

jueves, 28 de octubre de 2010

Perdida de sentido

Aqui un poema/pensamiento breve para ustedes, mas de alguna ves se habran dicho estas palabras...

Fabhian

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Pérdida de sentido

"¿Cómo escribir cuando sientes nada?
¿Cuándo no sientes tacto?
¿Cuándo no sientes gusto?
¿Cuándo no ves lo que todos ven?
¿Cuándo no hueles el aroma de una flor?
¿Cuándo no oyes lo que dicen?

¿Estás muerto por dentro?
¿O es que apenas es el comienzo de una muerte lenta?"

miércoles, 27 de octubre de 2010

Agonía

Aqui les dejo un nuevo poema, asi que espero que les guste...

Fabhian

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Agonía

"Sentir que la vida se me escapa
Por la herida de una bala
Y ver tus ojos verdes
Viendo como muero.

Este sufrimiento de verte
Llorando en mis hombros
Llorando por que deje este mundo
Para por fin descansar en paz.

Miro,
Como  mis pies dejan de sentir la sangre en el piso
Y observo como aquella chica llora.

La intento consolar,
Pero es inútil,
La agonía ya la ha invadido.

La agonía de ver como un ser amado… muere."

Una nueva semana

Hola, esta es una nueva semana, y por fin puedo actualizar el blog, agregar nuevas cosas que he hecho ultimamente, y mas o menos a fin de semana habra un nuevo capitulo de la novela, asi que, bueno primero que todo muchas gracias a los que leen este blog y los invito a que sigan leyendo. Y los que quieren hacen publicidad lo que quieran, cualquier cosa es bienvenido. Eso es todo por el momento. Muchas gracias.

Fabhian

miércoles, 20 de octubre de 2010

El valor de un Dios: Capítulo II-II: Las Hermanas del Averno. Parte 2

 Nadie sabía dónde estaba la chica, y Yuki, como hermana, su deber era encontrarla costara lo que costara, ella corría por toda la academia en busca de Meiko, miraba por todos lados pero aun así no lograba encontrarla por ninguna parte. En algún lugar de la academia se encuentra con Sire, esta intento saludarla pero Yuki la aparto.
- ¿Qué pasa, Yuki? - pregunto la hija de Poseidón a la chica del averno y esta suspiro.
- ¿Qué es lo que quieres? No tengo tiempo. - contesto Yuki fría y distante.
- ¿Por qué? ¿Paso algo? Yo te podría ayudar. - sugirió la chica de pelo azul, tan azul como el mar. Yuki pensó un poco hasta que por fin dijo.
- De acuerdo… pero… no, mejor olvídalo.
- ¡Vamos! ¿Qué pasa, te puedo ayudar en algo? - pregunto Sire.
- Ok, necesito que busques a Meiko, tengo un mal presentimiento.
- ¿Qué paso con Meiko? ¿Desapareció?
- Solo busquémosla. - al terminar de decir eso, Yuki salió corriendo en busca de su querida hermanita, Sire corría por el lado contrario, para cubrir más terreno.
Ninguna de las dos encontró a la chica de cabello rosa, y en el camino de Sire se topó con Kaito y con un Dion triste.
- ¿Qué pasa, Sire? Te ves algo agitada - pregunto Kaito.
- ¡Es Meiko! ¡Yuki no la encuentra! - respondió la chica de los ojos azules.
- ¡¿Qué?! ¡La buscaremos! - grito Kaito. De pronto apareció una mariposa de resplandor dorado que se posa en el hombro de Dion, y luego salió volando hacia el bosque de la academia. Dion al ver eso, dijo:
- Síganme, tengo un presentimiento, Sire, llama a Haruka y a las demás te dejare un rastro para que nos alcances.
- ¡De acuerdo! - dijo Sire al salir corriendo.
En otro lugar de la academia, Yuki estaba revisando cada sala del establecimiento, hasta debajo de las mesas, pero nada, no la veía por ningún lado. De repente encuentra a Sire.
- ¡Yuki! - grito la chica del mar.
- ¿Qué pasa, la encontraron? - pregunto la chica del infierno.
- Creo que si, Dion tiene una corazonada.
- ¿Dion? Ese idiota…
De pronto, Yuki escucho la voz de su padre Hades, el rey del Inframundo, llamándola para que hiciera sus mandatos.
- Yuki, ven aquí en este momento.
- ¿Por qué en este momento? - pregunto enojada.
- Ahora… - dijo Hades con voz autoritaria.
- ¡Ven, vamos a alcanzarlos! - interrumpió la conversación interna entre padre e hija.
- Sire… yo… no podre ir.
- ¡¿Qué dices?! ¡Tu hermana te necesita!
- Por favor… encuéntrenla…
La chica desapareció en un remolino de plumas negras, mientras tanto, Sire se va donde esta Meiko siguiendo las flechas que Dion iba dejando en el bosque y en las entrañas del bosque había un escondite donde estaba la joven Meiko, era una casa. Esta despertó y vio que adentro solo había paredes de concreto, una mesa vieja, y un sujeto mitad hombre mitad ave, tenía plumas desde la muñeca hasta el hombro y las alas de un mismo plumaje en la espalda.
La chica recién despertando y perdida en la orientación, miraba al sujeto.
- ¿Dónde… dónde estoy? - pregunto la chica.
El sujeto estaba viendo por una ventana que estaba de tras de la chica, estaba entablada, el sujeto no había puesto atención a la chica, estaba hundido en su propia satisfacción, sonriendo, como queriendo cantar victoria anticipadamente.
- Esos chicos se están acercando, sin saber que se acercan a su perdición…  por fin podremos aniquilar al hijo del tiempo y al chico que mato a nuestro compañero, el hijo de Notos… - susurraba el hombre.
- ¿Tu… quien eres? - pregunto Meiko confundida - ¿Qué quieres de mí? ¿Matar? ¿Notos…? ¡Dion!
- Silencio niña o te matare… - la amenazo con una espada de aire.
- No, por favor… no lo hagas - respondió asustada.
El sujeto se volteo a la ventana en busca de que apareciera alguno de los chicos.
- Eso es, Kentaro Kaito…. ¡Eso es! Fujishima Dion, vengan aquí. El señor Tifón me recompensara con sus muertes en mis manos - murmuro soltando una risa maléficamente.
La chica miraba al hombre con rabia, y comenzó a escuchar una voz dentro de su cabeza, como ordenándole a hacer cosas que ella no quería.
- Mátalo… - susurraba la voz.
- No… - decía la chica
- Hazlo…
- Detente…
- Mátalo o tu amigo morirá…
- ¡¡No!!
- ¡Silencio dije! - grito el sujeto golpeando el suelo con su espada, y salió a esperar a los chicos.
Kaito y Dion se detuvieron viendo que la mariposa se posaba en aquella casa, y frente a ella estaba un sujeto con una forma muy rara. De pronto escucharon la voz de la chica, parecía que estaba cerca y formaba un eco en el bosque.
- ¡No se acerquen!
- ¿Dónde está? - pregunto Kaito mirando por todos lados.
- Esta conmigo, si quieren, pueden ir a rescatarla. - dijo el sujeto
- ¡No! - grito Meiko.
- ¡No te muevas, Kaito es una trampa! El es un Anemoi Thuellai - advirtió Dion.
- Bien, descubriste mi trampa, y también quien soy, muy inteligente… Yo soy Apeliotes, Dios del viento del Sureste. - se presentó el sujeto.
- ¡Es uno de ellos! - dijo el hijo del tiempo sorprendido.
- ¡Como los practicamos, Kaito!
- ¡Sí!
Dion hace su primer ataque frontal con su espada de Aire, pero Apeliotes lo esquiva y le corta con las garras en el brazo izquierdo, luego lo intenta de nuevo y a unos segundos de que Kaito congelara el tiempo, Dion se libera de ese hechizo y ambos atacan todo lo que pueden hasta que el hechizo se disipa y estos retroceden. Meiko, presenciando la pelea, comienza a gritar:
- ¡Deténganse, por favor, deténganse!
La chica del averno comenzó a cambiar su forma, su cabello de color rosa comenzó a oscurecerse, y sus ojos se tornaron rojos y opacos. En la transformación llegan Sire, Haru y Haruka, y al ver Dion lo que pasaba con Meiko quiso rescatarla.
- ¡Oye, Dion! ¡Llegamos! - dijo Sire.
- ¡Perfecto, distráiganlo! ¡Yo rescatare a Meiko! - respondió Dion. Dion corre en busca de Meiko, entra a la casa y la encuentra en plena transformación, con alas escamosas de dragón, los ojos rojos de un demonio, y el pelo largo y negro, apenas tenía brillo en sus ojos y tenía un aura negra.
- ¡Meiko! - gritó Dion
- No te acerques - musito la chica.
- Meiko…
- No te acerques, Dion… no quiero… - Dion le interrumpió con un abrazo, la niña se sorprendió y volvió a su forma original.
- Dion…
- Meiko… gracias a dios que estas bien - dijo el chico llorando.
- Dion… - Meiko hizo una leve sonrisa antes de desmayarse.
Mientras tanto,  Kaito, Haruka, Sire y Haru, intentan pelear con Apeliotes, logrando pocos resultados, Kaito detiene el tiempo y lo golpea tanto como el hechizo puede resistir. Haru y Sire atacan con sus látigos de agua mientras que Haruka ataca con flechas de fuego.
- Estas cosas no surten efecto, si seguimos así, nos matara - dijo Kaito.
- ¿Y cómo quieres que ganemos? - preguntó Sire.
- ¿Es que no pusieron atención en clases? Para vencer a alguien de elemento Aire uno debe ser de elemento Tierra. - responde Haruka
 - ¿Alguien de Tierra?, pero si no hay nadie de Tierra… - manifiesta el hijo del tiempo. Kaito, del cansancio, se arrodilla tocando con la mano el suelo, este sintió la necesidad y el deseo de vencer al Dios del Viento del Sureste, y de la tierra se forma una espada.
- Que oportuno… - dijo Kaito, el muchacho toma la espada y se levanta.
- ¡Muy bien, chicas, traten de inmovilizarlo! - ordenó el muchacho con valor en sus ojos. Haru y Sire tomaron sus manos con sus látigos de agua para que no los pudiera usar, y Haruka disparo dos flechas de fuego en las patas de ave de Apeliotes para que se arrodillara, Kaito corrió por atrás del Dios y congelo el tiempo para asegurarse que este no se moviera, tomo vuelo y le inserto la espada por la espalda del hombre ave a la altura del corazón. El hechizo se disolvió y las chicas lo soltaron, haciendo que esta cayera tendido, ensangrentado por la herida de lado a lado provocado por la espada de Kaito.  Luego de un rato llego Yuki y apareció Dion con Meiko en sus brazos, desmayada.
- Vaya, lo lograste… bien hecho. - dijo Dion, frio aunque con una sonrisa en su cara como felicitando de verdad a Kaito.
- ¡Ja, puedo vencer a cualquiera! - respondió con una sonrisa.
- ¡Meiko! - grita Yuki corriendo a donde está su querida hermana - ¿Cómo esta…?
- Se ha desmayado - contestó Dion. Yuki hizo un poco de silencio.
- A la próxima debes tener cuidado… - habló la rubia sin quitar los ojos de  Meiko.
- Tal vez… pero si no la calmaba, se hubiera convertido en una tragedia.
Yuki abrió la camisa de Meiko, y en su pecho se hallaba la marca de un dragón.
- Su sello se ha debilitado… no debería exponerse en batallas así… aun no esta lista.
-  Debemos volver a la academia…
- ¡Espera, Dion…! Necesito hablar contigo…
- Ok… ¡Kaito! ¡Llévate a Meiko a la academia!
- Si, capitán. - respondió Kaito con sarcasmo.
- Espera, yo llevare a Meiko después. - dijo Yuki
- Ok. - respondió el muchacho dejando a la chica en el suelo y yéndose con las chicas a la academia.
- Dion… - levanta la rubia a su hermana y se la entrega a Dion. - necesito que a cuides… ella confía en ti… y yo… también… confió en que no la dejaras sola y que la cuidaras mejor que yo.
- La cuidare… como mi tesoro. - contestó Dion algo sonrojado.
- Como sea… ella te ha elegido a ti, como su protectora… yo ya no sirvo. - la mirada de Yuki parecía triste, no quería dársela, pero sentía que era algo que debía hacer.
- Pero tienes que saber que ella… es mi hermana.
- Lo sé, Keiichi nos lo dijo… ¿tú eres la hija pura del rey Hades no?
- Si… aunque ella no lo sabe… y es mejor así… no quiero que pase por lo que lo pase.
- El secreto está a salvo.
- Mas vale, por eso no hay que exponerla a batallas... ni a nada que demuestre violencia… o su yo interno despertara… Meiko aun no la puede controlar… por eso selle con la “Marca de dragón” en su pecho… no durara mucho… pero será suficiente para que ella madure.
- De acuerdo. Kaito y los demás se pueden encargar de las batallas, yo cuidare de Meiko.
- Cuídala… y si pregunta por mí… dile que fue a una misión. - Yuki se despide y desaparece.
Ya en la academia, Keiichi los estaba esperando, en la entrada preocupado, porque no aparecían. Entraron a sus salas y comenzó a regañar a Kaito, Haruka, Sire y Haru, quienes eran los únicos presentes ahí.
- ¡Estuvieron toda la tarde desaparecidos! - gritó Keiichi.
- No es para tanto… - contestó Haruka.
- ¡¿No es para tanto?! ¡Claro que sí lo es! ¡Yo soy el responsable de ustedes! ¡¿Y donde esta Meiko, Dion y Yuki?!
- Yuki, está haciendo cosas para su padre y Dion y Meiko están… - respondió Kaito.
Mientras tanto, en la enfermería, Dion miraba el atardecer por la ventana, mientras cuidaba a Meiko, después de unos minutos la chica despertó.
- Dion…  ¿tú qué haces aquí? ¿Y Yuki? - pregunto Meiko, y al nombrar a su hermana bajo la cabeza.
- Ella se fue hacer una misión… pero se alegró al saber que estabas bien. - contestó el chico, sonriendo.
- ¿De verdad?
-  Si.
- Oh, ya veo. - sonrió la chica, pero al ver las vendas en su brazo, le cambio la cara. - ¿Te duele…?
- No… - el muchacho se mira el brazo - ni me di cuenta de la herida hasta que llegamos.
- Lo siento, Dion… te hice pasar un mal rato… - se entristeció y se acerco a Dion.
- No te preocupes.
- Lo siento… - lo abraza.
- Lo importante es que estas bien - Dion besa a Meiko en la mejilla, sonrojado, la chica se acurruca en sus brazos.
- Hueles bien… - dijo Meiko.
- Tu también… - respondió Dion algo nervioso pero controlado, la chica del cabello rosa lo mira y le sonríe.
- ¿Quieres ser mi amigo? - pregunto la chica
- Si - respondió el hijo de Notos, gentil y sonriente.
- Gracias - dijo al final Meiko, sonriendo y a los segundos después se quedo dormida. Mientras este mirándola por unos segundos, se pregunto cómo será su vida desde ese momento,  y disfruto de los últimos minutos del atardecer.

--------- Fin del Capitulo ------------

Recuperando el tiempo perdido…

Hola! Hoy vengo a retomar el blog ya que lo tengo muy abandonado (y no solo al blog si no que también la novela) todo por culpa del colegio… si… culpo al colegio maldita sea! 
 De partida son 11 horas estando ahí… 11 horas perdidas, después ocupo el resto de horas o jugando (ahí es culpa mía, por distraído) o  estudiando porque al día siguiente hay prueba… pero no francamente yo odio al colegio, pero de ahora en adelante tratare de poner hacer más entradas. 
 Bueno me despido y les dejo el capitulo que sigue de la novela, para seguir con mas capítulos y cosas nuevas.

Fabhian

martes, 23 de marzo de 2010

Valor de dioses. Episodio II: Proteccion. Episodio I.I: Las hermanas del Averno Pt.1

Hola, espero que esten bien, sigo trabajando en esta gran historia, y hablando de grandes historias, vayan a "Tribulaciones y lamentos de un friki imaginario o no" en paginas amigas, hay una buena historia que esta escribiendo un amigo, ahora a la novela :D.
Fabhian

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Episodio II: Protección.

Capitulo II.I: Las hermanas del averno. Parte 1

Después de todo lo que sucedió, todo volvió a la normalidad, pero Kaito sentía que no era así, tenía un mal presentimiento, algo que lo distraía hasta en clases. Como era de costumbre, Kaito estaba mirando por la ventana, sin emitir palabra alguna, ni siquiera escuchaba, solo oía unos gritos que venían a lo lejos, gritaba su nombre. De repente despertó era Sire.

- ¡Kaito, despierta! - grito la chica.

- Déjalo, yo tomo apuntes. - dijo Haruka lanzando aviones de papel a Kaito.

- ¿Eh? - musito el muchacho, despertando por fin. - Perdón, Sire, estoy algo distraído, y… ¡¿puedes dejar de lanzar aviones de papel hacia a mi?! -dijo furioso mirando a Haruka.

- Es que estoy aburrida - respondió la chica encogiéndose de hombros.

- Dios…- suspiro el chico.

- ¿Podemos continuar? - pregunto el profesor Keiichi. - Bien… ¿Quién puede decirme cuales son los elementos que hay en el universo? - Haruka levanto la mano.

- ¿Si, Haruka? - pregunto.

- ¿Puedo ir a ver a Haru? - pidió la chica. - Creo que está en problemas, y va a-- de repente se escucha una explosión.

- … estallar el laboratorio. - completo todo lo que iba a decir.

- Ok, puede ir, pero rápido. - suspiro Keiichi.

- ¿Seguro? - pregunto sorprendida. Luego de unos segundos suena otra explosión.- Gracias. ¡Ah!... Haru dijo que no podía salir con usted, perdón.- le dijo sonriendo.

- ¿Eh? - dijo el profesor, asombrado.

- Haru dijo que le dijera eso, que dentro de una semana, no se le ocurriera pedirme salir, porque alguien se iba a enojar. Yo no entendí y ella no me explico tampoco, solo paso el mensaje. - explico su situación y salió corriendo.

- ¿Cómo supo esa chica que tenía planes para invitar a Haruka a salir en una semana más? - pensó el profesor.

Keiichi comenzó a escribir palabras, comenzó con “Agua”, hizo una flecha y luego escribió “Fuego”, luego hizo una flecha y escribió “Tierra”, después hizo otra flecha y escribió “Aire” y al final hizo una última flecha apuntado al agua, formando un círculo.

- Esto son los elementos, cada elemento tiene sus debilidades, sus fortalezas y sus propias magias. - explica el profesor

- ¿La magia del rayo? - pregunto una chica.

- Buena pregunta, una vez que se aprende las magias elementales, Fuego y Aire, fácilmente puedes hacer hechizos de rayos. - respondió Keiichi.

- ¿Y la magia temporal de Kaito? ¿Cómo es que funciona? - pregunto otro chico.

- Bueno, la magia temporal es única, muy pocos saben eso… y de todas las personas que he conocido en toda mi vida, solo dos hacen esa magia… Kaito… y Chronos, el propio fundador de la magia temporal y Titán del Tiempo.

- Profesor, ¿Qué es un Titán? - pregunto una chica.

- Bueno, para los que no saben, los Titanes son una raza de poderosos Dioses que gobernaron la legendaria edad dorada.

- ¿La edad dorada? - pregunto otro chico.

- La edad dorada era- - el profesor fue interrumpido por alguien que golpeo la puerta. Keiichi abrió y vio que era una estudiante de cabellos de color rosa hasta la cadera y de ojos color café, una chica muy linda, lucia muy bien con el uniforme.

- Ah, eres tu… ¿y tu hermana donde esta? - pregunto el profesor.

- Ya llegara, solo espera y veras. - le respondió la chica. De pronto, la sala se oscureció, después de unos segundos la oscuridad se desvaneció y apareció una chica rubia de ojos rojos.

- Perdón por el retraso - dijo la chica rubia.

- Tonta, ya llevas media hora de retraso. - le susurro la otra chica.

- Dije perdón. - le respondió con actitud ruda. Todos los de la clase estaban susurrando y hablando entre sí, excepto Dion que estaba mirando por la ventana, callado. La chica ve al joven de pelo blanco y comienza a sonrojarse.

- Niñas, por favor, preséntense. - ordeno el profesor.

- Yo soy Yuki… Yuki de Amiciss…- se presento la chica rubia.

- Muy bien, ¿y tú?

- ¿Y-yo? Y-yo soy… Akuma Meiko - respondió la otra chica nerviosa.

Al escuchar la voz de la dulce chica puso más atención a lo que sucedía. Miro a Meiko y se sonrojo, la chica al notar que el joven la observaba se puso nerviosa, y Yuki solo pronunciaba la palabra “Idiotas” al ver a los dos chicos mirarse disimuladamente, tratando de esconder su timidez.

- ¿Qué pasa, Dion? ¿Esa chica te pone nervioso? - pregunto Kaito sarcástico.

- ¡Cállate! - respondió el muchacho con un golpe, estaba sonrojado.

Keiichi organizo a la clase para que se pudieran ubicar a las recién llegadas. Sentó a Yuki al lado de la ventana detrás Kaito, quien estaba al lado de Sire. Mientras que a Meiko la ubico al lado de Dion. Meiko estaba sonrojada, nerviosa.

- ¿Qué piensas? - pregunto Sire a Kaito discretamente.

- La chica rubia es algo rara… - respondió el chico mirando atrás a Yuki, quien estaba mirando por la ventana.

- No, tonto… de ellos. - decía la chica de cabello azul, indicando a Meiko y Dion que están mirando a lados opuesto, nerviosos, callados, hasta que Meiko rompió el silencio.

- Eh… yo soy Meiko, encantada de conocerte.

- Yo… soy… Dion… encantado. - no podía responder el chico por el nerviosismo.

- Que lindo nombre. - comentó la chica sonriendo.

- Gracias… el tuyo también. - dijo el chico.

- ¡Que idiotez es esta! - grito la chica del cabello rubio. Yuki, furiosa, salió de la sala.

- ¡Oye, nadie te dio permiso para salir de la sala! - grito Keiichi.

- ¡Bah, pamplinas! - dijo la chica.

-¡Marionetta! - conjuro el profesor para poseer a la chica.

- Perdón, profesor. Volveré a mi asiento. - dijo la chica, con los ojos ausentes, no era la misma. Estaba a punto de volver a su asiento, cuando el hechizo se disipa por límite de tiempo, la chica aparece detrás de él.

- ¿Crees que caeré en algo como eso? - sonrió la chica. Su sonrisa era malévola, y sus ojos brillaban con gran intensidad.

- ¡Maldición!- dijo el profesor impresionado.

- ¡Yuki, detente! - grito Meiko. Yuki se aparto del profesor.

- Yuki… eres hija pura, ¿no? - pregunto Kaito.

- ¿Hija… pura? - pregunto Meiko.

- O sea, hija de Dioses, ¿no es así? - aclaro el muchacho.

- Si, ¿por? - respondió Yuki.

- Debe estar en la clase A - explico Kaito.

- Ah sí, tiene razón, al parecer hubo una confusión en la Dirección.

- ¿Confusión? - pregunto Meiko.

- Lo siento, pero los Puros deben ir a la clase A. - respondió Keiichi.

- Perdón Meiko… - dijo Yuki al salir de la sala.

- ¿Cómo supiste que era una Pura? - susurro Keiichi a Kaito.

- No se solo se me ocurrió, no sabía que era verdad - respondió el muchacho

- Pues me salvaste, gracias - dijo el profesor.

- Profesor, entonces yo…- hablo Meiko.

- Pues no se… te han destinado aquí. Mira, hablare con la directora para ver si hay alguna confusión contigo, por ahora quédate aquí. - explico Keiichi.

- Mm… ¡Ah!, Dion, ¿tú de quien eres hijo? - pregunto la chica al chico de cabello blanco.

-Yo… soy… hijo de Notos… - respondió el chico desviando la mirada.

- Ah… perdón… no debí preguntarte eso. - dijo la hermana del averno de cabello rosa. Dion se queda callado por un rato, hasta que al final musita algo.

- No te preocupes, estoy bien… - al decir eso, recuerda algo que le dijo Kaito: “No deberías cargar con los pecados de tu padre, deberías ser mas sociable con los demás…”

- Ser mas sociable con los demás, ¿eh? - susurra Dion.

Tocaron el timbre para ir a almorzar, la clase se levanto y arreglaron sus cosas, todos iban saliendo, Meiko trataba de alcanzar a Dion hasta que lo logro.

- Dion… - dijo la tímida chica. - te… ¿te gustaría que almorzáramos juntos? Bueno… con Yuki también… - su pulso se aceleraba un poco más, no quería un no como respuesta, aunque al fin y al cabo lo esperaba.

- Está bien. - dijo el chico algo meditabundo.

- ¿En serio? - pregunto la chica sorprendida.

- S-si. - respondió algo nervioso.

- Entonces, vamos - dijo Meiko tomándolo del brazo. El chico iba sonrojado, no podía ocultarlo hasta que se toparon con Yuki.

- ¡Yuki, vamos a almorzar! - decía Meiko muy feliz.

- Si, vamos, espera. ¿Qué hace el aquí? - pregunto la hermana.

- Lo invite a comer con nosotras… - respondió la chica. Yuki miro a Dion mientras que este desvió la mirada.

- ¡Vamos a comer! - dijo sonriente para evitar tensiones.

Kaito y los chicos estaban almorzando juntos, mientras que Dion almorzaba con las Hermanas del averno. Ambas chicas habían pedido lasaña, y como era costumbre de Dion comía Puré de papas con carne.

- Miren, es Dion. - dijo Sire.

- Y con las chicas del averno - comento Kaito.

- ¡¿Con dos?! El chico es mejor que yo. - dijo Keiichi con lagrimas en los ojos.

- Si, me alegro que ahora este siendo más social. - opino el hijo del Tiempo.

- Me pregunto de que estará hablando. - dijo la chica intrigada.

En la mesa de Dion estaban más callados, el chico estaba mirando su plato y revolviendo su comida con el utensilio. De pronto aparece una mariposa que se posa en la comida de Yuki, esta se levanta y se aleja.

- ¿Yuki, a donde vas? - pregunto Meiko.

- Por ahí. - respondió la chica. Meiko se quedo en silencio, dejo que la chica se fuera, miro a Dion y le acaricio la mejilla.

- ¡Perdón! - dijo la chica, sonrojada. Dion al ver que Meiko hizo eso, se puso nervioso.

- ¡Perdón, debo irme! - dijo nervioso.

Salió corriendo del comedor, nadie diría que no lo hayan visto correr. Dion estaba en la sala pensando, no sabía que estaba haciendo. Kaito pasó por ahí y vio que estaba Dion algo meditabundo.

- ¿Qué pasa, Dion? - pregunto Kaito.

- Nada… - respondió Dion frio y distante.

- Ah, ya veo. - dijo el muchacho de cabello castaño.

- ¿Puedo preguntarte algo? - pregunto el chico del viento como pidiéndolo.

- Sí, claro, ¿por qué no? - respondió el joven dueño del tiempo.

- Hay una chica… que me agrada un poco. ¿Qué debo hacer? - pregunto Dion sonrojado.

- Bueno… para empezar, no hacer lo mismo que en el almuerzo, pasa tiempo con ella, se simpático, gentil, y no seas frio… - explico Kaito.

- Ah… ya entendí. - dijo el hijo de Notos, como reflexivo.

- Bien, bueno, ya me voy, suerte con eso. - se despido Kaito.

- Gracias. - dijo Dion mientras pensaba en lo que le había dicho.

Mientras tanto, Meiko estaba en la sala de música mirando el cielo tristemente, en esa sala había de todo, guitarras eléctricas, violines, hasta batería. Había todo lo necesario. La chica suspiro cuando tocaron la puerta.

- ¿Puedo entrar?

- ¿Eh? - dio la vuelta para ver quién era. Era el mismo Dion.

- Disculpa… por… lo que paso… en el almuerzo. - dijo nervioso.

- ¿Eh?, no, yo solo la que tiene que disculparse… no debí hacer eso. - expreso Meiko, recordando lo que había pasado y pensando “¡Qué vergüenza!”, muy apenada. Dion recordaba lo que su amigo le había dicho, sobre todo lo de “Se gentil”.

- Estas enojado, ¿verdad? - dijo la chica, triste.

- No - dijo acariciando su mejilla, sonriendo. Meiko se había puesto roja al sentir la mano del chico acariciando su mejilla. Yuki entra, y ve la romántica escena, cosa que la enfurece. Empuja a Dion contra la pared muy fuertemente.

- No te acerques a ella. - dijo Yuki con una mirada asesina.

- ¡Espera, ¿Qué rayos estás haciendo?! - pregunto Dion furioso. Estaba a punto de golpearlo cuando Meiko la detiene.

- ¡Detente! - grito Meiko empujándola al suelo.

- Meiko… - dijo la rubia sorprendida. Dion estaba expectante a la situación, no podía creer en lo que estaba viendo.

- Tú eres la que no se acercara a él, no le harás daño… - expreso Meiko su enojo.

- Meiko el es-- iba a decir algo cuando fue interrumpida por su hermana.

- El es mi amigo. - dijo Meiko. Dion recuerda lo que paso cuando lo asaltaron y Kaito lo defendió y lo que él dijo en esos momentos: “El es mi amigo y nadie le hará daño.”. “Amigo”, era lo que se le cruzaba por la mente en esos momentos.

-Meiko… - dijo Yuki.

- ¡DESAPARECE! - grito Meiko.

- Pero… - hablo la chica de cabello rubio.

- ¡Largo! - grito una vez más. Yuki, con la cabeza baja, antes de irse dijo unas últimas palabras.

- Esta bien… pero recuerda que si el te hace daño… no estaré ahí para defenderte. - lo decía tristemente, la chica se fue y Dion se reincorporaba.

- Tú no eres así, Meiko… - dijo Dion frio. - la tímida chica que conocí… no era así.

- Pero… ella te iba a matar… esa mirada… yo no quería… - trato de explicar la chica pero la tristeza la invadió, tanto así, que soltó una lagrima.

- Yo estoy bien… no era necesario eso. - seguía frio.

- Perdón… - salió de la sala corriendo. Dion quedo mirando, triste. En el trayecto, la chica choca accidentalmente con alguien.

- Perdón. - dijo Meiko.

- No te preocupes, ¿paso algo? - pregunto el extraño.

- No es nada…- se secaba las lagrimas pero seguía llorando.

- Ten - le entrego un pañuelo.

El pañuelo está bañado en cloroformo, cosa que al pasarlo por la nariz y oler aquel químico se desmayo en un instante. El extraño la tomo y se va al vasto bosque que había en los parámetros de la academia, nadie sabía quién era ese extraño sujeto, pero se fue raudo dentro del bosque.

--- Continuara…---

jueves, 18 de marzo de 2010

Valor de dioses. Episodio I: Fortaleza. Episodio I.IV: Expiación

Hola a todos, este es el final del episodio de Valor de Dioses. Pero va haber mas XD. Por ahora me quedo satisfecho con terminar este episodio y me da mucha emocion escribir el que sigue, queda mucho camino por recorrer para este muchacho y tendra muchas aventuras con sus amigos, para aprender experiencias que ni el propio personaje se imagina. Bueno, disfruten el final del episodio y seguire escribiendo. Muchas gracias a todo los que estan leyendo esta novela y a los que me estan apoyando.

Fabhian

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Capítulo I-IV: Expiación.

Llego el amanecer, Kaito se levanto, se cepillo los dientes y se ducho. Todo parecía normal, el era un chico normal, estaba en una casa normal, se preparo su desayuno como siempre, se preparo para ir a clases, y salió de la casa. Se vio rodeado de casas y a lo lejos divisaba murallas, es cierto, su vida dejo de ser normal desde el día anterior cuando entro a la academia y cuando descubrió que tenía poderes. Camino unas cuadras, cuando se encontró con Haruka cargando a Haru en su espalda, estaba dormida. Kaito la mira y le pregunta:

- ¿Por qué llevas a Haru en la espalda, y más encima durmiendo?

- Porque está dormida y no puede llegar tarde a clases. - le responde la chica.

- Ya veo - miraba a las dos. Ellos seguían caminando hacia la academia hasta que solo a unos metros ven a Sire.

- Hola chicos - saludo feliz la hija de Poseidón y término preguntando asombrada. - ¿Kaito, por qué tienes moretones? - este le iba a responder pero fue interrumpido por Haru.

- Se peleo con alguien - dijo bostezando.

- Espera, ¿cómo sabes eso? - pregunto el Hijo de Chronos asombrado.

- No preguntes, es parte de ella. - respondió Haruka.

De repente, Dion pasa a al lado de Kaito, meditabundo, no saludo a los chicos ni siquiera los miro, en su mente estaba ese incidente, anoche. ¿Qué había pasado que se veía tan indefenso? Y el… ¿Cómo es que él no le tenía miedo o lo despreciaba sabiendo lo que había hecho su padre? Es más, lo defendió de maleantes que quería su dinero, no lo entendía.

Haru se sentía extraña, tenía un mal presentimiento, sentía que algo malo pasaría, estaba inquieta:

- Haruka, vamos rápido, algo malo se acerca. - dijo preocupada.

- ¿Tu profesora? - pregunto Haruka, aunque parecía saber de qué se trataba.

- Si, y al parecer me va a regañar. Haru tenía como profesora a su hermana, y la convivencia era algo mala, se discutían en clases, tanto así que los de la otra clase lo oían todo.

Ya en clases, Kaito una vez mas estaba distraído, repasaba la escena una y otra vez, en esa noche en que le ofreció ser su amigo, le dio la espalda. Keiichi se dio cuenta de que estaba distraído y le regaño:

- ¿Kaito, que es lo que haces?

- Dibujo a los personajes de Umineko no Naku Koro ni, me quedo bien, ¿no? - dijo orgulloso. Era un dibujo del joven Battler Ushiromiya y a su lado de espaldas estaba la hermosa Bruja Dorada, Beatrice, ambos de la serie de Umineko no Naku Koro ni.

El dibujo estaba muy buen hecho, con todos los detalles de los personajes, hasta la firma del dibujante del anime lo había copiado.

- ¿Estas dibujando? - pregunto Haruka.

- Si, ¿por? - respondió el muchacho.

- ¿Qué dijo el profesor?

- ¿Me ves con cara de que sepa algo? - puso cara de idiota.

- ¡Incendio! - pronuncio un hechizo para quemar el dibujo con llamas azules. - Estaba hablando sobre los hechizos y como crearlos para las batallas. - Kaito no ponía atención, solo miraba las cenizas de su dibujo triste.

- ¡Marionetta! - el profesor tomo posesión de Kaito. - Pon atención alguna vez, esto te servirá para futuras batallas. ¿Pondrás atención a la clase?

- Solo si me devuelve el dibujo. - respondió el chico.

- OK. Tú traerás el dibujo de vuelta, eres de Magia Temporal, ¿no? - manifestó Keiichi.

- Si… - respondió el muchacho.

- Entonces, te será fácil, harás un nuevo hechizo. - dijo sonriendo.

- ¿Y cómo? - pregunto Kaito.

- A eso voy, visualizaras la energía en tu mano y cuando creas tener lo necesario, visualizaras como se reparará el dibujo. - respondió el profesor.

- OK. - dijo el muchacho. Primero visualizo su energía, esta era azul cielo, y sentía como corría por su cuerpo hasta su mano. Reunió lo necesario y luego visualizo como repararlo.

- Ahora, pronuncia el hechizo, es como una orden en forma de nombre, puede ser palabras de cualquier idioma e incluso mesclar los idiomas. El hechizo solo funcionaras, si das una orden fuerte y claro. - menciono el profesor.

- ¡Reverse Tempo! - pronuncio Kaito. Debajo de las cenizas apareció un círculo mágico con el símbolo de unos engranajes, acto siguiente, las cenizas comenzaron arder, era como si todo lo que paso con el dibujo retrocediera en el tiempo, el dibujo estaba tal y como estaba antes de que Haruka lo quemase.

- Muy bien, Kaito, aprendiste a crear un hechizo de tu propio estilo. Bien, es todo por ahora.

Tocaron para ir al almuerzo, la misma escena del día anterior, Kaito, Haruka, Haru y Sire estaban sentados juntos, esta vez era almuerzo al aire libre, lo raro era que a unos metros estaba Dion almorzando solo, como observándolos de reojo. De pronto, se comenzó a nublar gradualmente, un fuerte viento venia del noreste, los chicos entraron a la academia y desde ahí estaban viendo lo que estaba pasando. Comenzó a granizar, lo cual era improbable que eso sucediera ya que era verano aun, luego se formo un tornado pequeño más o menos de la estatura de cualquier persona presente, y cuando se disipo, en el lugar del pequeño tornado estaba alguien, su apariencia era similar a la de la de una arpía, solo que este era hombre .

- Vaya, así que así que aquí vienen, ¿no? No me parece tan mal - digo el sujeto.

- ¿Quién eres? - grito uno de los profesores.

- Yo soy Cecias, uno de los Anemoi Thuellai, el Dios del Viento del Noreste. - respondió.

- No sé a qué ha venido, pero le voy a pedir, en el nombre de los profesores, que vaya de aquí. - grito de nuevo.

- Me temo que es imposible - dijo el Dios. Formo unos látigos de viento y azoto a los profesores, dejándolos contra la pared. Solo Keiichi se salvo y comenzó a proteger a los alumnos.

- ¡Todos quédense en la sala y no salgan! - Ordena Keiichi y se va al campo de batalla.

Todos veían como peleaban los profesores con el Dios del Viento del Noreste, todos y cada uno daban lo mejor de sí, pero el resultado siempre era el mismo, todos los profesores eran azotados por los largos látigos de viento que poseía. Era prácticamente una masacre, hasta que Kaito se levanta.

- ¡Ya me harte de esta estupidez! - dijo el muchacho. Se fue corriendo a fuera.

- ¡Espera, Kaito! - grito Sire corriendo tras de él. Haruka se fue corriendo a donde estaba la acción y Dion, sin decir algo, los siguió.

Llegaron al lugar, el escenario constaba de árboles caídos, profesores inconscientes, y un Dios enfurecido al medio con unos largos látigos de viento.

- ¿Quién eres? - pregunto el Anemoi.

- Yo soy Kaito, hijo del Tiempo, ¡y te detendré sin importar que! - respondió con valor el muchacho.

- Déjalo ya, Kaito, volvamos, los profesores ya se encargaran de él. - replico Sire.

- ¿Quiénes, los que están inconscientes? - pregunto sarcástico Kaito.

- Muy valiente, muchacho, a ver si puedes. - desafío el Dios.

Estaba a punto de pegarle con uno de los látigos cuando Kaito, recordando todo lo que aprendió en las clases, detuvo el tiempo momentáneamente. Corrió hacia él y le golpeo al Anemoi con todas sus fuerzas, logro derribarlo, pero el tiempo volvió a la normalidad.

- No está mal, no está mal. Te subestime, pero no mas juegos. - dijo Cecias.

Ataco a los chicos, esta vez era más rápido de lo que era antes, pero afortunadamente pudieron esquivarlo. Sire formo látigos de agua, y trataba de atacar al Dios del Viento, pero este era más rápido que ella. Kaito detuvo otra vez el tiempo para hacer otro ataque, y lo logro, esta vez el hechizo duro un poco más, lo que le llevo a golpearle tantas veces como quisiera. Cuando el hechizo por fin se disipo, Kaito lo iba a atacar de nuevo, estaba muy confiado, pero Cecias lo ataco con el látigo y lo derribo en pleno aire.

- Acabare contigo de una vez por todas. - dijo el Anemoi furioso. Lo iba a rematar con sus látigos pero cuando le iba a llegar el ataque, apareció Dion de la nada y lo defendió del latigazo con una espada hecha de viento que el mismo formo.

- Dion… - dijo Kaito sorprendido.

- Así que tú también usas magia de Viento, debes ser un hijo de Dios del Viento, y a juzgar por tu cara, eres hijo de Noto. ¿Cómo te tratan los humanos? De seguro que te desprecian por los pecados de tu padre. - dijo Cecias.

- Si… me odian, me desprecian, pero solo uno me defendió y quiso ser mi amigo. Y no dejare que lo lastimes - dijo Dion con coraje.

Ataco Dion con fuerza pero fallo, luego Cecias ataco con sus látigos pero el hijo de Noto se defendió con su espada, ataco Dion una vez más, esta vez logro darle pero no era suficiente. Ataco una vez más, Cecias lo esquivo pero se tambaleo, quedando indefenso.

- Te lo diré una sola vez, vete de aquí, no vuelvas y no te matare. - amenazo Dion.

- Todavía no puedo irme con las manos vacías, necesito cumplir mi misión. - respondió el Dios.

- ¿Y cuál es tu misión? - pregunto el hijo del Viento del sur.

No respondió, en vez de eso, ataco a Dion, con el látigo que aun tenía en la mano, tratando de asfixiarlo, pero Dion con la espada de viento le corta las manos y le da una estocada al pecho de Cecias. Era su fin. Los chicos corrieron a donde estaba Dion y un fallecido Cecias.

- ¿Estás bien? - pregunto Kaito.

- Si, yo estoy bien, ¿y tú? - respondió Dion.

- Si, todos gracias a ti - le dijo sonriendo.

Volvieron a la sala, con Keiichi cojeando, y cuando vieron a Dion, todos gritaron de alegría, y decían: “Héroe, Héroe, Héroe”, Dion se sorprendía de todo eso, era algo que él no se lo esperaba, miro a Kaito y le sonrió.

- ¿Amigos? - dijo tendiéndole la mano. Dion mira a su alrededor, estaban todos mirando expectantes de lo que sucedía.

- Amigos. - le dio su mano.

Todos estaban alegres, celebrando su victoria, y la nueva amistad, pero lo que no sabían era que en las afueras de las tierras de la academia, tres siluetas estaban observando la fiesta que celebraban. Y estaban esperando, impacientes por órdenes.

--- Fin del episodio ---

lunes, 15 de marzo de 2010

Valor de dioses. Episodio I: Fortaleza. Episodio I.III: Nueva vida

Hola, he aqui mi nuevo capitulo de esta gran novela, es la primera novela de la cual tengo tanto material de donde sacar :P Bueno, no me queda mas que decir, asi que que lo disfruten ;).


Ah! Casi lo olvido, entren a Tribulaciones y lamentos de un Friki imaginario o no, es entretenido ese blog ^^ el enlace esta en "Paginas amigas". Y ahora el capitulo.

Fabhian
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Capítulo I-III: Nueva vida.


No se veía nada, todo se volvió difuso, ni siquiera una partícula se movía. De repente comenzó a salir estática del piso, una gran energía eléctrica que se creó de la nada golpeo al profesor.

- ¿Qué ha pasado? - pregunto Kaito.

- Se lo dije, le falta práctica.- comento Haruka.

- No culpes al profesor por eso, yo solo recuerdo eso y cuando trato de recordar mas, mi mente se bloquea. - respondió el muchacho.

- Lo decía por su cabello. - apuntaba a Keiichi que estaba con un afro tirado en el suelo.

Los de la clase trataban de aguantarse la risa para no hacer burla al joven profesor. De pronto una chica que estaba al fondo pronuncio un conjuro, Kaito había escuchado algo así como: “Omvrío̱n ydáto̱n”, frase griega romanizada que significa “Lluvia de aguas”. La chica apunto un poco más arriba de la cabeza de Keiichi y se formo una nube allí, lo cual esta comenzó a llover encima del profesor mojando cada parte de su cuerpo. Las chicas al ver esa escena se volvieron locas e histéricas, mientras que los chicos estaban asombrados por la chica que lanzo el hechizo.

- Genial - dijo Kaito, asombrado.

- Es hija de Neptuno. - menciono Haruka.

- ¿Qué no es Poseidón? - pregunto el muchacho.

- Si, pero a mi tío le gusta que le digan Neptuno. - respondió la joven de las coletas.

- ¿Tu tío? Espera, ¿qué no es hijo de Chronos? - pregunto otra vez.

- Si - respondió otra vez.

- ¿O sea que es mi hermano? - pregunto una vez más.

- El árbol familiar es muy complicado, Haruka se crio con nosotros una temporada, y a papa le gustaba que le dijera tío. - respondió la chica del hechizo acuático.

- Ah, ya veo. Pues conmigo no pasara, no le diré “tío” a mi propio hermano. - manifestó Kaito. Apareció un chico detrás de Haruka.

- Mejor no lo hagas, si no quieres enfadar a Neptuno, trátalo de Poseidón o Neptuno, de tu a tu. - dijo el chico.

- Yo soy Sire, un gusto conocerlos - dijo la hija de Poseidón.

- Yo soy Dion, hijo de Noto, dios del viento del sur. - dijo el chico, parecía distante, alejado de todos, para Kaito era un engreído hijo de Dios.

Ya en la hora de almuerzo, estaban Kaito, Haruka, Haru y Sire sentados en una mesa, y Dion en otra, solo, si nadie que lo acompañara. El almuerzo, como toda la academia, era de lujo, se podía pedir todo lo que uno quisiera, cuanto quisiera, y de la forma que quisieran los alumnos. Kaito pedía pasta con salsa y carne, Haruka pedía lasaña y Haru pedía lo mismo, Sire, quien era vegetariana, pedía algas marinas, y Dion comía un buffet de carne.

Keiichi, fanático de la atención, trataba de llamar la atención, se sacaba la ropa, se mojaba el pelo, hacía de todo para llamar la atención de todos, cosa que lo conseguía excepto por los 4 chicos que estaban juntos y Dion que estaba en otra mesa. Todas las chicas gritaban: “¡qué guapo esta!” y los chicos gritaban: “¡maldito engreído!”, pero no había ninguna exclamación de parte de los compañeros de Kaito.

- Apuesto que estoy hermoso - decía el profesor posando para Haru, Haruka, y Sire.

- No, date un tiro... - respondió Kaito con la mirada fija en su plato.

- No digas eso, Kaito. Nosotras no diríamos eso. - regaño Sire.

- Pero lo pensaríamos. - dijo Haru. El profesor oculto su rostro con sus brazos en la mesa, aunque sabían que era solo un juego. Kaito se quedo mirando a Dion, se veía amargado, distante.

- ¿Qué le pasa a Dion? ¿Por qué se sienta solo? - pregunto el muchacho.

- Pues, por lo que se, es el hijo del Viento del sur, Noto. Sus vientos destruían las cosechas, por lo cual fue temido y despreciado por los humanos. Hasta el día de hoy su familia tiene que cargar con eso, debe ser difícil para Dion ser odiado por todo, solo por los pecados de su padre - respondió el profesor.

- Pues si que debe ser difícil.- dijo la hija de Poseidón.

Terminando el almuerzo, daban comienzo a la clase, Kaito no dejaba de observarlo, su imagen de Dion paso de ser “el engreído hijo de Dios” a ser “el chico incomprendido”, su atención no se desviaba del hijo del Viento del sur o de la ventana, quería comprenderlo, solo escuchaba un murmullo.

- Kaito… Kaito… ¡Kaito! - trataba Keiichi de llamarle la atención.

- ¿Ah? - dijo el muchacho distraído.

- Ya que estas tan atento, ¿me puedes decir como convocar un hechizo o un poder? - pregunto el profesor.

- Eh… no se profesor. - respondió.

- Pon atención, siendo que te dificulta esta materia, así que pon toda tu atención en este hermoso ser. - manifestó el profesor. - Como decía, el poder de un dios o protector no viene solamente de pronunciar la frase, se requiere canalizar cierta cantidad de energía.

- ¿Cómo en un RPG? - pregunto un chico.

- Sí, claro, como un RPG - respondió el hijo de afrodita sarcástico. - Claro que no, eso es la vida real no un video juego. La energía en si no se ve, si no saben apreciarla, por eso tienen que visualizarla. Pondré un ejemplo. Kaito, ven aquí. - le ordeno. El chico se puso delante de sus compañeros para que pudieran apreciarlo.

- Kaito, ¿qué poderes tienes? - pregunto Keiichi.

- Puedo detener el tiempo. - le respondió este.

- Magia temporal, muy bien, te enseñare personalmente, para que aprendas de una vez, cabeza hueca.- dijo el profesor.

- ¡Oye! - se indigno el muchacho.

- OK, no pongas resistencia alguna. ¡Marionetta! - el profesor lanzo un hechizo para controlar a Kaito. De pronto el muchacho comenzó a sentir algo de ardor en la mano y a ver que algo emanaba de esta, era energía. Luego puso su mano al frente involuntariamente y se detuvo el tiempo.

- ¡Libera! - pronuncio el profesor para liberar a la clase. - ¿Ven?, es algo fácil con un poco de práctica. Lo mejor es pronunciar hechizos familiares, por ejemplo, Sire es la hija del Rey Neptuno, y su magia es la “Magia Acuática”, a ella le dificultaría hacer un hechizo de Fuego. Por eso deben aprender magias que le sean fácil para ustedes, bueno es todo por hoy.

El hechizo se disipo y a los pocos segundos tocaron el timbre para irse a casa. La Academia era un internado pero era algo diferente, eran cientos de casas, mansiones y departamentos. Kaito iba en dirección a su casa, cuando a lo lejos diviso a Dion que iba más delante, pero cuando Kaito quería alcanzarlo, se le acercaron unas personas a Dion.

- Hola, muchacho, ¿tienes dinero? - dijo uno.

- No, no tengo, déjenme en paz - respondió Dion.

- Oye niño, debes darme tu dinero o te matare a golpes - amenazó el mayor. Kaito vio el peligro que asechaba, y corrió a socorrerlo.

- ¡Déjenlo en paz! - grito Kaito.

- ¿Y qué harás, idiota? - desafío el más grande.

- Pues de mí no pasaran. - miro desafiante el hijo del Tiempo. Kaito hizo cuanto pudo para defender a Dion y a pesar de que ahuyentó a los delincuentes, recibió una gran paliza.

Ambos se fueron juntos, Dion se preguntaba por qué estaba con él, por qué lo había defendido. Y aunque este no lo sabía, no dejaba de agradecerlo, pero en su forma frio y distante, hasta que por fin pregunto.

- ¿Por qué me defendiste?

- Debe ser difícil… - respondió Kaito.

- ¿A qué te refieres? - pregunto de nuevo.

- A que debe ser difícil vivir la vida que te toco… ya sabes, ser hijo de Austros. - Dion se detuvo.

- Pero, debes ser un poco más sociable, no puedes ser distante. Los pecados de tu padre no son tuyos, no entiendo por qué debes cárgalos tu.

- Cuando estaba con papá, todos se escondían, y le suplicaban que no secaran sus granjas. En la escuela era lo mismo, todos se escondían de mí, comía solo, me sentaba solo, me tenían miedo. Al final, todo me dio lo mismo, me aislaba yo solo de ellos. Cuando llegue a la academia, creí que todos me tendrían miedo, así que me aislé de todos.

- Pero, no va ser como tú lo piensas, estas en la academia, es una nueva vida, tendrás nuevos amigos si no te alejas. - le puso su mano en su hombro. - Déjame ser tu amigo.

Dion lo quedo mirando pero le dio la espalda, le hizo soltar su mano y se fue. Kaito también se fue a su casa, desilusionado, pensando.

- Ese engreído. ¡Hmph!, ¿en que estaba pensando? - indignado.

Cenó, vio televisión un rato y se echo a dormir. Dion hizo lo mismo, ceno, se baño, y se fue a la cama. Antes de que el día acabara para él, se quedo pensando:

- “Amigo”…

Se quedo mirando el techo y se durmió. La luz de la luna se proyectaba en todo el lugar, mientras una silueta estaba impaciente en las murallas de la academia, esperando por el nuevo día que se acercaba.

--- Fin del capítulo ---

viernes, 12 de marzo de 2010

Valor de dioses. Episodio I: Fortaleza. Episodio I.II: Pasados Ocultos

Hola, aqui les dejo otro capitulo de esta nueva novela que estoy escribiendo, espero que lo disfruten.

Fabhian

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Capítulo I-II: Pasados ocultos

Kaito no sabía de qué se trataba todo eso. ¿Un hijo de Chronos? ¿Hijo del titán del tiempo? ¿Aquello que había existido hace ya mucho tiempo? Era insólito, ilógico, no podía entender lo estaba sucediendo.

- ¿El hijo de Chronos? - pregunto el chico confundido y atontado. Parecía que le iban responder respecto al tema, pero cuando Haru iba abrir la boca, sonó la campana para entrar a clases y la respuesta se transformo.

- Nos vemos - dijo Haru. Haru se fue a su sala y Haruka no se movía de su lugar, debajo de aquel árbol que estaba cerca de una de las murallas del establecimiento.

- Vamos, tenemos que volver a la sala - dijo Kaito, tomándola del brazo. La chica no se movía de ahí.

- ¡Vamos! - repitió el muchacho, tirándola del brazo. Consiguió levantarla y se fueron corriendo a la sala. Ya estaban el pasillo a solo unos metros de la sala cuando la joven de las coletas se desvaneció entre los dedos del muchacho, el chico se sintió que le faltaba algo y se dio cuenta que la chica no estaba. Miro por todos lados buscándola, hasta que la encontró a las cercanías de su salón de clases.

- Deberías entrar a clases - dijo Haruka mirándolo.

- ¿Ese es tu poder? - pregunto Kaito sorprendido.

- No, ese fue un juego de Haru - apunto hacia la sala A. La puerta estaba abierta y adentro se veía a una Haru sonriente saludándolo.

- Ya veo. - dijo el muchacho mirando a la chica. Omito decir más, y entro a la sala.

En la clase, el profesor estaba explicando a cómo controlar los poderes que se habían descubierto, justo como Haruka lo había mencionado. Era una materia muy útil para Kaito, pero este no entendía en lo más absoluto.

- Profesor, no aun no entiendo. - dijo Kaito, con cara de confundido.

- Por favor, no me digas profesor, me hace sentir viejo. Llámame Keichi, tú debes ser un hijo de un Dios o Diosa y de un mortal para estar en este grupo, o presentar poderes de un Dios - alego este.

El profesor Keichi era hijo de Afrodita, la Diosa del amor y de un mortal, la verdad es que era muy joven, solo le llevaba unos años a los estudiantes, 5 o 6 años para ser exactos, siendo que la mayoría de los alumnos, incluyendo a Kaito, tenían 16 años, este tenía 21 años.

- Dicen que soy el hijo del Titán del tiempo - decía el muchacho limpiándose de las orejas con el meñique.

- Te mostrare un ejemplo - dijo Keichi - Haruka no es hija de ningún Dios, pero es la protectora de la Diosa de la luna, y tiene… - iba a decir algo cuando fue interrumpido por la misma Haruka.

- Silencio - dijo la muchacha mirando al profesor directamente y agrego - no es algo que sea necesario. - la chica trono los dedos y en sus manos apareció una rosa de hielo.

- O-ok… ella tiene poderes que le obsequiaron para poder cumplir su misión - dijo Keichi atemorizado. Kaito ya estaba entendiendo lo que pasaba, pero lo único que se le cruzo por la mente en esos momentos era: “El profesor miente como miedica…”.

- Mi deber es ayudarles a descubrir sus poderes, o quiénes son sus padres. Esto lo hare con la ayuda de un poder, “Rastreo”. Con este poder podre ver el alma de todos ustedes. - se reincorporo el profesor.

- Eso es magia celestial de nivel 2. Es muy básico. - salto un chico que parecía un sabelotodo.

- No este tipo, es magia avanzada de nivel 9 que solo pueden realizar algunos dioses. - dijo el hijo del amor muy orgulloso. El chico parecía sorprendido, al igual que el resto de la clase., hasta que Haruka, que había vuelto a su asiento, levanto la mano.

- Profesor, la última vez que utilizo ese poder dejo a un semi-mortal loco.

- Esta vez podre hacerlo a la perfección. - dijo orgulloso Keichi. Los chicos miraban atentos y las chicas parecían fascinadas del profesor.

- ¿Practico? - pregunto la chica.

- No - respondió con una sonrisa boba pegada a la cara. Todo aquel aire de admiración y de alabanza se convirtió en desilusión.

- Muy bien, ¿voluntarios? - llamo el profesor. Nadie se atrevía a salir adelante, todos temían del profesor por lo que había dicho Haruka, hasta que Kaito se levanto.

- Miedicas - dijo serio. Haruka se levanta también e impide que él se acerque al profesor.

- Si alguien va a perder la cordura, que sea alguien que la pueda recuperar. - manifestó la joven.

- Allá tu. - retrocede el muchacho.

Haruka se sentó frente al profesor, y este puso su mano en la frente de la muchacha, de pronto todo desaparece, el escenario se convierte en un bosque inmenso, pareciera que no tuviera fin, era un recuerdo de ella.

- Esto, chicos, es el poder “Revelador” del mismo tipo del poder “Rastreo”. Solo a los profesores se les enseña este poder sirve para mostrarles algunas cosas a los alumnos. - menciono Keichi.

- Oh… ¡Genial! ¡Me toca! ¡Me toca! - dijo Kaito emocionado, pero fue callado por el profesor.

Ven a una chica corriendo por el bosque, traspaso a un estudiante que estaba parado al medio sin ver a la chica, todos se sorprendieron. La chica estaba jugando con alguien, cuando ven el rostro de la chica se dan cuenta de que es Haruka, pero cuando tratan de ver el rostro del chico con quien juega, su rostro se vuelve negro y desaparece todo. Lo siguiente que aparece es Haruka, con una edad más cercana a la actual, estaba en un claro de luna, hablado con Selene, la antigua diosa de la luna. Haruka de agacha de una pierna y le jura lealtad a la diosa, pero esta la toma, la levanta y la abraza, tratándola como su pequeña niña. De pronto todo se desvaneció.

- ¿Eres una protectora y además una protegida? - pregunto Keichi.

- Si, una protectora que en realidad fue cuidada por un Dios con un propósito, por ejemplo, casarse con alguien o proteger a alguien. Son mortales escogidos especialmente por los Dioses y que son criados como un Dios sin serlo.

- ¡Genial! A ver yo… - dijo Kaito, muy excitado por todo lo que pasaba.

Se sentó en frente del profesor, y este le pone su mano en la frente. Lo que se proyecta es un cielo nublado lloviendo y solo se notaban dos siluetas, una señora con ropajes del renacimiento con un bebe en brazos y un señor con sombrero.

- Debes huir con él, uno ya fue devorado por él, si se entera, hará lo mismo con él, debes ocultarlo hasta que todo se resuelva - dijo la señora. Le entrego el niño al caballero y este le sonrió.

- Si, lo hare… - digo el señor amablemente.

De repente todo se vuelve difuso y se creó una estática que acaba lastimando al profesor.

- ¿Qué ha pasado? - pregunto Kaito asombrado por lo que había pasado.
--- Fin del capítulo ---

miércoles, 10 de marzo de 2010

Valor de dioses. Episodio I: Fortaleza. Episodio I.I: El hijo del Tiempo

Hola, hacia tiempo que no escribia... XD, pero ya basta de descansos no? Para eso esta la escuela, bueno, he aqui mi nueva novela, es una novela que estoy escribiendo con mi linda hermana... les diria de que se trata... pero prefiero que lo lean. Les gustara ;). Los nombres esta en japones. XP

Fabhian.

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Capitulo I.I: El hijo del tiempo.

Primer día. Una nueva escuela ha abierto en la ciudad, la academia Olympus. No se sabe de qué se trata la academia, solo se sabe que tiene un grupo selecto de alumnos. Uno de ellos era Kentaro Kaito, un chico normal, común y corriente. Al entrar al vasto patio de la academia una chica con vendas en los ojos estaba leyendo un libro, parecía como si hubiera estado ahí desde siempre. Kaito la observo y se dirigió a donde estaba ella.

- ¿Qué haces ahí? - pregunto Kaito. - las asignaciones de salón van a comenzar.

- Lo sé, pero no me es problema - dijo la chica levantando la vista, en su voz no había expresión alguna.

- ¿Por qué tienes los ojos vendados? - pregunto sorprendido. Al hacer la pregunta el timbre suena, y al escucharla Kaito mira el gimnasio, donde tomaría lugar la asignación de salones.

- Hay que ir al gimnasio - dijo Kaito.

- Estamos en el mismo salón, aquí las clases se dividen por ascendencia. - dijo la chica bajando la vista.- ¿Tu eres el hijo bastardo del tiempo?

- ¿Hijo del tiempo? ¿A qué te refieres con eso? - pregunto sorprendido.

- Nada, llegaremos tarde al gimnasio. - dijo la chica levantándose. - ¿Cómo te trasladaron?

- No tengo idea, solo me entregaron una carta - respondió Kaito sacando un sobre, observándola atentamente. Era una carta, con un sello, en el sello estaba impreso un símbolo de un engranaje, dentro del sobre estaba la carta que anunciaba una beca completa para el alumno y una firma única, no tenía nombre del destinatario ni nada similar. - No sé quién es el que me paga la beca, dicen que es un familiar, pero me parece raro.

Los dos se van corriendo al gimnasio, dentro se vean filas de alumnos, el uniforme era para todos por igual, chaqueta negra con corbata roja, camisa blanca, pantalones y zapatos negros, excepto la falda, que era roja y solamente para chicas. Cuando Kaito corría, a su lado estaba la chica con vendas, pero cuando llego y observo a su alrededor no estaba. Se puso en su posición y la directora comenzó a dar su discurso de bienvenida, entre la primera fila estaba la chica solo que diferente, esta no tenia vendas.

- Se ve más bonita sin vendas - pensó mirando a su conocida. - pero, ¿Por qué llevaba vendas?

En el discurso, se escuchaba que los cursos no se dividiría por la edad si no que considerando otras cosas, iba llamando alumnos, a él le toco el grupo B y a la chica el grupo A. Ya en sus salas, procedían a las clases. Las salas eran, según por grupo, lujosas. Por ejemplo la sala A tenía asientos de cuero, accesorios de lujo, una pizarra digital, y una laptop personal en el escritorio. Mientras que en la sala B, era una sala de clases un poco más normal, tenía sus lujos pero era de lo más normal.

De repente, entra muy rezagada la chica con venda al salón del grupo B, el profesor estaba explicando algo cuando ella llego. Kaito la miro atontado, la chica inclino la cabeza y dijo:

- Perdón, tuve que arreglar un asunto.

- No es problema, estábamos a punto de iniciar las presentaciones. - dijo el profesor.

- Como llegaste tarde, puedes comenzar tú. - siguió el profesor sonriéndole. Todos estaban pendientes de ella, la chica se puso al frente y se presento.

- Mi nombre es Yuuki Haruka Lilith, un gusto. Es mi primera vez así que pueden preguntarme algo si quieren.

- ¿De dónde vienes? - salto un chico.

- De un lugar muy lejano - dijo ella sonriente.

- ¿Qué te gusta hacer? - dijo una chica con la mano levantada. Pensó Haruka por un momento.

- ¿Estudiar? - dijo al fin. Nadie más levanto la mano, hasta que Kaito se atrevió.

- ¿Por qué llevas vendas? - la miro fijamente, intrigado.

- Porque tenía que acostumbrarme a las tinieblas. - respondió la chica, se quito las vendas y le sonrió.

-Puedes sentarte, por favor, que alguien continúe. - ordeno el profesor muy tajante. Se presentaron varios chicos de esa clase, hasta que le llego el turno a Kaito.

- Bueno, me llamo Kentaro Kaito, soy alumno becado en esta escuela y no sé quien me paga la beca. En todo caso, no soy de los que estudian mucho, y me gusta pasar el tiempo acostado en el pasto observando las nubes, y eso, no sé que mas decir. ¿Preguntas? - dijo el muchacho. Nadie pregunto.

- ¿Ninguna? Ok. - hablo una vez más y se fue a sentarse relajado.

El resto de la clase se trato de donde iban a estar los salones, cuáles iban a ser sus horarios y cosas por el estilo. Ya en el primer receso, la chica salió al patio y se sentó bajo el mismo árbol, con la venda se tomo el cabello en dos coletas y siguió leyendo. El chico caminaba distraído cuando la encontró otra vez más.

- ¿A qué te referías con acostumbrarte a las tinieblas? - le pregunto a la chica, sorprendido.

- El lugar del que vengo tenía más luz y estaba más cerca de la luz. Solo eso. - respondió Haruka sonriendo. Kaito la quedo mirando, desilusionado, era obvio, quería saber más de ella.

- ¿Y por qué me llamaste “el hijo bastardo del tiempo”? - dijo el muchacho curioso.

- Eso lo sabrás en la siguiente hora de clases. - le respondió la chica. De repente alguien grito, parecía la voz de una chica.

- ¡Haru-chan! - grito la chica corriendo. Se le abalanzó a Haruka, y Kaito se dio cuenta de que eran iguales.

- ¿Quién es esta? - pregunto Kaito asombrado, mirando a la chica que estaba encima de Haruka.

- Haru, no debería hacer eso, no con falda. - le hablaba Haruka en tono respetuoso. Kaito las miraba y su mirada quedo clavada en las faldas de las chicas, aparentemente vio más que las faldas del colegio, ya que se sonrojaba más y más. Haruka se levanta y toma en brazos a la chica.

- Mi nombre es Yuuki Haruka Selene. - lo mira extrañada - ¿tienes fiebre?

- ¿Fiebre? - dijo exaltado el chico cada vez mas sonrojado.

- Puedes decirme Haru o Haru-chan, y a mi “Haru-chan” le puedes decir Haruka.

- Haru-chan y Haruka - dijo nervioso, la sangre todavía no se iba de la cara.

- Aquí hace calor… Haru-chan, ¿puedo sacarme la polera? - pregunto inocentemente mientras se levantaba la polera un poco.

- ¡¿Qué?! - decía más nervioso, tanto así, que hasta le salía vapor por las orejas.

- Tienes fiebre, te lo dije…

- Seguramente - desviaba la mirada, su cara estaba como un tomate.

- ¿Cuáles son tus habilidades? Una de las mías es saber qué es lo que va a pasar. - dice Haru, y se pega en la frente - ¡Verdad que ustedes no lo saben aun! Son del grupo B, ¿cierto? - Haruka asiente. - No dije nada, soy una bocazas.

- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? - dijo el chico, mirando por todos lados muy confundido.

- No dije nada - respondió Haru con cara de niña traviesa. Kaito la queda mirando, hasta que estornuda, y con eso detiene el tiempo accidentalmente.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué nadie se mueve? - dijo, sonándose los mocos.

- Ese es el tuyo. - dijo Haru sonriente, se había quedado quieta simulando estar congelada. Haru truena los dedos y Haruka también se mueve.

- Tu poder aun no es muy fuerte. - hablo nuevamente la chica. Kaito no comprendía nada de lo que decía.

- ¿Poder? ¿Qué mi poder no es fuerte? - pregunto Kaito, sorprendido y confundido - No creo tener poderes, eso creo yo.

- Si los tienes, detuviste el tiempo - respondió Haru. Kaito miro a su alrededor, una pelota estaba suspendida en el aire frente a la portería, y el portero estaba levitando tratando de atrapar la pelota. Todo congelado.

- Ya veo, ¿y cómo lo regreso? - pregunto el muchacho sorprendido. Haruka toma una hoja de árbol y le hace cosquillas en la nariz. Kaito estornuda de tal forma que el tiempo va más rápido, Haru truena los dedos y todo vuelve a la normalidad.

- Gracias - dijo Kaito.

- De nada. - respondió Haru.

- ¿Como controlo este poder? - pregunto el muchacho.

- Ni idea, ustedes son neófitos. - dijo Haru.

- El profesor nos lo explicara en la próxima clase. - hablo Haruka.

- ¿Neófitos? - pregunto enojado.

- Nuevos en esto - respondió Haru. - ¿Qué poderes tienes, Haru-chan?

- Te lo dije, ninguno. - manifestó Haruka.

- ¿Por qué? - pregunto Kaito.

- Si los tiene, solo que no me quiere decir. - respondió Haru, con cara de niña taimada.

- Si no tuviera, estaría en el grupo C. - añadió.

- ¿Cómo ordenaron los grupos? - pregunto Haruka.

- Los directores partieron con los que eran puros, que son el grupo A, los que eran intermedio, eran el grupo B, y los que eran hijos de dioses pero que no tenían poder alguno, el grupo C. - respondió Haru.

- ¿Hijo de dios? Pero yo no soy hijo de un dios, no que yo sepa. - dijo Kaito. - Solo tengo a mama y ella no es un Dios, y yo no conocí a papa. Solo tengo un familiar que no conozco, es el que me paga esta escuela. - le muestra la carta.

- Tú eres el hijo de Chronos. - dijo Haru.

- ¿Chronos? - pregunto Kaito extrañado.

--- Fin del capítulo ---